jueves, 21 de abril de 2011

Costumbres y Tradiciones Cayomambiseras II

A finales de la primera década y principio de la segunda del último siglo del milenio pasado, llegaron al poblado de Cayo Mambí emigrantes de varios países para la construcción y puesta en funcionamiento del extinto central Tánamo. Dichos emigrantes aportaron a nuestro pueblo costumbres que con el transcurso de los años enriquecieron nuestro acervo cultural y se convirtieron en tradiciones, las cuales están desapareciendo poco a poco.

Las llamadas verbenas, que se efectuaban en el parque “Eliseo Matos” de “El Moruro”, las cuales eran amenizadas por el desaparecido maestro Alfió Chapman, figura insigne de la cultura cayomambisera.

También se daban bailables en el local que ocupaba el antiguo Gremio de la Marina, también en La Polar, donde actualmente la tarima con techo que se usaba para ubicar a los músicos, actualmente es una casa de vivienda; área con una inmensa explanada, que el delegado Arturo Aguilera conjuntamente con el pueblo logró construir, hoy está abandonada.

En el área de El Muelle, también se daban bailables que eran efectuados por la orquesta “Liberación” de Mayarí y la queridísima orquesta “Brisas de Nipe”, oriunda del hermano municipio de Antilla, que nos deleitaba con sus danzones y boleros.

Por la década del año 80 disfrutábamos de unos trovadores que visitaban nuestras casas los días de cumpleaños, año nuevo y de las madres y nos deleitaban con la música de sus serenatas, las que agradaban a nuestros padres, abuelos y a nosotros que ya peinamos canas.

Tenemos el orgullo de contar que alguien que ostenta el placer de ser uno de aquellos trovadores que nos cantaban aquellas serenatas. Ese multifacético hombre, conocido como Pucho el Largo, que en su vida laboral se desempeñó como un gran conductor de trenes, además era: albañil, carpintero, chofer y un gran deportista que hizo historia en la localidad. También se destacó con la guitarra. Junto a Pucho tenemos también a Luciano Hernández. Podemos mencionar también a los ya desaparecidos: Anselmo Hernández, Antonio González Buzón y Aramis Calderón.

Hay otras fiestas populares como los carnavales, que no han desaparecido, pero han perdido en calidad y condiciones para el pueblo trabajador, estas se han restringido a una sola área, La Plaza, cuando deberían extenderse, como antes se hacía a otras áreas lates como el parque “Eliceo Matos”, “La Polar”, “La Calera”, primera calle de “El Batey”; con el objetivo rescatar una bella tradición para las futuras generaciones.

Otra de las costumbres que se han perdido tienen que ver con la formación de los niños: antes, a mediados del pasado siglo, cuando se acercaban las navidades, fiestas que celebrábamos creyentes y no creyentes, las familias y amistades se visitaban; había una tradición muy linda. Cuando éramos todavía adolescentes, nuestros padres nos exigían visitar a todas las tías, tíos y demás familiares que no convivíamos en el hogar, y después de felicitarlos por las navidades y el advenimiento del año nuevo, había que pedirles la bendición y los familiares sin ser pastores, curas o predicadores, nos daban la bendición.

De esa tradición queda un trío: los hermanos Ramón y Miguel Casals, conjuntamente con Guillermo Lores, los cuales el día de año nuevo cada uno se viste de traje y corbata, atuendo masculino muy elegante, que al desaparecer los sastres que los confeccionaban han dejado de usarse.

De las costumbres culinarias hubo un gran aporte de platos los cuales disfrutaron nuestros pobladores principalmente del casco urbano. De países lejanos como España nos llegó una receta que no faltó en la mesa del cayomambiseros, que era la comida predilecta de todas las tardes. Nuestros padres y abuelos la bautizaron con el nombre de Matrimonio, por lo bien que armonizaba. Este plato es de fácil preparación, los ingredientes son los siguientes:

-Garbanzos
-Carne de res, cerdo, chorizo, tocino, jamón o carne de aves
-Aceite
-Sal
-Especias
-Fideos
-Arroz

Su preparación es fácil:

- se ponen a hervir los garbanzos; si la carne de res es de punta de costilla, se hierve junto con ellos y luego se cuela, se extrae la carne del hueso para luego desmenuzarla. Se hace un sofrito el cual se divide en tres partes; una se le añade al agua colada junto con puré, fideo y malanga, se obtiene el plato de sopa.

A los garbanzos se les añade parte de la carne y el sofrito y queda elaborado el cocido.

A la carne ripiada se le añade la otra parte del sofrito y puré, que elaborado el plato fuerte, que en aquel entonces se le llamaba ropa vieja o carne ripiada.

Al mismo tiempo se cocinaba el arroz blanco.

Como vianda, para completar, servia malanga.

Desafortunadamente, por causas económicas producto del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos a nuestro país, no todos tenemos acceso a este agradable plato que nos dejaron de legado los españoles.
A manera de conclusión hacemos un llamado a las instituciones que puedan poner su parte en el rescate de estas tradiciones, independientemente que la mayoría sean jóvenes, aporten parte de su trabajo y recursos disponibles en aras de que no se pierdan en el olvido estas y otras costumbres que enriquecen la cultura popular, porque como se dice “lo bueno no pasa, se lleva adentro”.

Dedicamos este trabajo a la memoria de aquel hijo ilustre de Cayo Mambí que fue Alfió Chapman.

Agradecemos la colaboración para la realización de este trabajo al compañero M. Sc. Angel I. Expósito Ballester, profesor asistente de la Sede Universitaria Municipal.
Autor: Armel Calderón Aldana

Costumbres y Tradiciones Cayomambiseras

En estos días de fiesta y trabajo en el heroico pueblo de Cayo

Escuché en la emisora Ecos de Sagua, del hermano municipio, una entrevista que le hicieron a algunos oficiales del ejército rebelde. Alden Nigt, destacado actor de la radio y la televisión cubana fue el encargado de realizar dicha entrevista, y el gran periodista saguero, Pedro Pablo Biens Carballo fue el que en ese momento la publicó. Hubo algo que me llamó la atención: de las históricas batallas que libraron los combatientes cayomambiseros se habló poco. Entonces llamé a la emisora y el periodista Maikel Cordero me dijo que para entrevistar a un combatiente había que hacer ciertas verificaciones; le dije que en la Asociación de combatientes, a la cual pertenezco, tenemos el orgullo de contar con un integrante del glorioso Ejército Rebelde que peleó al lado los oficiales que se mencionaron.

El periodista hizo la verificación y me sorprendí cuando me dijo que si yo le permitía hacer la entrevista desde la emisora a través del teléfono de mi caso; lógicamente le dije que sí. Al fin se concedió la entrevista vía telefónica.

Durante dicha entrevista escuché testimonios que me hicieron pensar que era necesario que los historiadores de la localidad debían tomar, porque hay elementos que podrían aportar a nuestra historia local. Por cierto, narró una historia que yo no conocía: “quien fuera ministro del interior, Enio Leyva, y condecorado como Hijo Ilustre de Cayo Mambí, por una delación en México, no pudo ser el expedicionario número 83. Horas antes de zarpar el yate fue apresado y por lo tanto no pudo venir“.

Chano y yo conversamos bastante luego de la entrevista y le hice una entrevista que tiene mucho que ver con el triunfo del 1ro de enero de 1959:

Chano – le pregunté- cuando tu te alzaste a los rebeldes les decían “Los Barbudos” o “Mau Mau”; Cayo mambí era un pueblo parecido al de una película del oeste, calles de cenizas y piedras, no habían aceras y como decimos, siempre hubo un antes y un después. El me responde: tu tiene mucha razón en eso del antes y el después, pero hoy podemos decir que tenemos un ahora; y fíjate, que de aquellos “Mau Mau” nació el glorioso Ejército Rebelde que logró la liberación de nuestro pueblo, y fíjate qué contraste, te aseguro que a cualquier joven de esos que están trabajando con amor, por que saben que esas escalinatas o pasillos que unen a la clínica, la funeraria y el Sectorial de Educación, donde ellos van a conversar a la luz de la luna, con sus novias o esposas, antes del triunfos no podían hacerlo, no porque estas vías no existieran, sino porque al frente había un cuartel en el cual existía una ametralladora apuntando al pecho de nuestro pueblo.

Bueno Chano – le digo a modo de despedida – hemos conversado algo, pero como hablamos de “casquitos” y ametralladoras, quisiera que tu me dijeras, en pocas palabras, de un crimen inomioso que cometió un cabo de la dictadura, en este pueblo, en julio del 58. Me contesta: seguro que tu me preguntas por el crimen que se cometió con los hermanos Chacón, primero te diré que en cualquier confrontación bélica, donde nuestro país estaba envuelto en la guerra, la emboscada es una forma de sorprender al enemigo. Eso fue lo que pasó con dos soldados. Los rebeldes le hicieron una emboscada, sorprendieron a uno y el otro logró escapar, luego los rebeldes incorporaron a la tropa fusiles, los cuales sirvieron para la lucha. Como represalia, los “casquitos” bajaron del cuartel, localizaron a los dueños del bar, que eran los hermanos Chacón, incluso, el hermano mayor no se encontraba en el lugar de los hechos y cuando llegó preguntó qué pasaba con su hermano, y dijo con estas palabras que él iba a donde iba su hermano . La casa

Autor: Armel Calderón Aldana

Santero Onán


Santero: José Mendoza
Consejo Popular: Cayo Norte
Comunidad: El Dormitorio.


El santero refiere que con él se consultan personas de Sagua de Tánamo, Guantánamo, Levisa, del municipio y hasta de La Habana. Entre sus primeros trabajos estuvo el de quitarle un babujal a una niña, también el de descubrir un enterramiento hecho por un haitiano a un matrimonio para quedarse con la mujer. Según el entrevistado, ayudó a la captura de unos prófugos que, habiendo robado las armas de unos policías, iban abandonar ilegalmente el país; él les dijo a los agentes que los maleantes estaban borrachos en una fiesta en un pueblecito antes de llegar a Baracoa y rápidamente los policías se dirigieron allí y los capturaron borrachos; esperaban irse antes de que amaneciera.

El espiritista tiene el don de auscultar a las personas a simple vista y según cuenta, ha salvado varias vidas; otros no han tenido la suficiente fe y han perecido. En otras ocasiones, pacientes que no tienen solución médica, se acercan a él y reciben la cura, debido a que su mal tiene naturaleza espiritual. Uno de los trabajos que siempre refiere es el que hizo en Yateras, cuando levantó a una doctora de una silla de ruedas y sacó de un estado de enajenación mental a un oficial que amenazaba con matar al que se le acercara.


En su altar destacan varias imágenes de Lázaro de las muletas (Babalú Ayé), el arcángel San Miguel, Ogún Guerrero, Santa Bárbara (Changó), el Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen de La Caridad junto con alusiones a orihas. No solo trabaja con las deidades y los santos, también con muertos de todo tipo (a decir del santero, todos los muertos entre Levisa y Moa, al morir, les son presentados). Hay que destacar la visión bastante humana o terrenal que tiene de estas figuras espirituales.

Sus días de mayor actividad son los martes y los viernes, pero en verdad no tiene día ni horacuando la situación lo requiere, pese a que se encuentra postrado. Basta mirar los calderos y las velas encendidas con nombres para darse cuenta de la dinámica que tiene su labor, siempre con nuevas personas que vienen de lugares apartados, por problemas de salud o porque tienen que enfrentarse a una injusticia. El santero goza del respeto de los pobladores y las autoridades de Cayo Mambí y está movido por fuertes sentimientos de civismo y honradez; no admite que acudan a él cuando se ha cometido un crimen o cuando no son sinceros y lo quieren engañar, haciéndose pasar por inocentes.

Autor: Yoset Rodríguez González